Eduardo MORENO
Durante buena parte del s. XVII y XVIII junto a los organistas y cantantes, estos músicos fueron parte esencial de la música religiosa de Laguardia. No podríamos entender la música religiosa de ese tiempo sin ellos.1 Son estos músicos con instrumentos como chirimías, cornetas o bajones los que marcaron con su personalidad la música de este periodo.
Tras la lectura de los libros de cuentas de la Parroquia de Santa María de los Reyes y San Juan Bautista encontramos que en 1651 se contrata a Diego de Lanza como organista de San Juan por dos años. Dentro de sus funciones también estaba la de tañer el bajón2 y es en este punto cuando encontramos en Laguardia por primera vez la utilización de un instrumento musical propio de ministriles.
Ministril bajón, Capilla del Pilar.
Foto: Pablo Cañas
Pocos años después en 1665 ocurre un acontecimiento excepcional; el adinerado laguardiense Gregorio Garcetas deja todo su patrimonio para la creación de una Obra Pía destinada a fundar una capilla musical en la Parroquia de Santa María de los Reyes. En su testamento se puede leer.
Que los ministriles tengan la obligación de asistir con las chirimías todas las veces que saliera el Santísimo Sacramento.3
La conclusiones a las que llegamos tras la lectura del testamento de Gregorio Garcetas es que las funciones propias de estos músicos coinciden con la práctica habitual de los ministriles no sólo de la diócesis de Calahorra y la Calzada, si no en toda España. También deja claro el salario de estos músicos cuando sean contratados para funerales, diciendo que deben cobrar igual que los ministriles de la ciudad de Logroño. Este dato es inusual pues son pocos los puntos de unión con esta ciudad, en contraposición a los lazos musicales con poblaciones como Santo Domingo de la Calzada o Viana.
Tras la muerte de Gregorio Garcetas en 1665 y pese a lo que se ha sugerido, la capilla se organizo rápidamente contratando a ministriles y cantantes. El dos de junio de 1667 se contrató a Juan Belloso, natural de la ciudad de Tarazona.4 En el contrato de este músico se le solicita para tocar la corneta, trompeta y chirimía. Esto no debe resultarnos extraño, puesto que en la época era común que, una persona tañera varios instrumentos. Los Ministriles cambiaban de instrumentos, intentando aportar variedad y distintos timbres, igual que un organista cambiando de registro.
El uno de agosto de 1667 se contrató a Gerónimo Fabro, vecino de la ciudad de Viana, por ciento setenta ducados cada año.5 El mismo año también se solicitan los servicios de Juan de Marrodan.6 Como se puede observar las influencias musicales se extienden hacia la Diócesis de Calahorra y Santo Domingo, tierras que hoy se denominan La Rioja y que se encuentran hacia el sur, por el valle del Ebro. Esta influencia será clara en los s. XVII y XVIII, con un trasiego de músicos que llegan a Laguardia desde localidades de la órbita de Santo Domingo, Calahorra, Burgos, etc.
En 1670 aparece Pedro de Mendiluce como Ministril en la Capilla de Música. Al año siguiente, 1671 se le amplia el contrato como músico por seis años y se le sube el sueldo a 150 ducados por año. Es importante señalar que se le da permiso para asistir a fiestas fuera de la villa, siendo esta práctica habitual para estos músicos.
Ministril chirimia, Capilla del Pilar.
Foto: Pablo Cañas
Más adelante en 1681 se nombra a Marcial de Aznar como músico Ministril de corneta, apareciendo en ocupaciones no musicales.
Nombramiento y poder a Marcial de Aznar, músico corneta de la dicha Capilla, para recaudar todas las deudas a la dicha Capilla y pagar a los demás músicos, dándosele por el encargo 20 ducados.7
De esta manera este músico Ministril aparece no sólo como corneta si no como administrador de los bienes de la música. Podemos seguir la pista fácilmente.8, 9Los datos duran hasta el año 1699. Finalizando esta breve lista de nombres propios esta José de Guindulain, corneta perteneciente a la Capilla de música desde 1702 a 1722, año en que murió.
No sabemos hasta cuando acompañaron los ministriles al Santísimo, pero sí existe constancia de su asistencia a procesiones durante muchos años, o mejor dicho existe la prueba de sus “acompañamientos a las funciones” que es como se le denomina en distintas ocasiones a su trabajo en el AHLAG.
En 1670, 1675 y 1676 se paga veinticuatro reales a los “ministriles de la música por los acompañamientos que hicieron en las funciones de la villa en la fiesta de San Juan”. El año 1674 se paga a los músicos, sobreentendiendo que serán a los ministriles. En 1680,1684, 1686 a los ministriles se les denomina “Chirimías” aludiendo directamente al instrumento que tañían en los cuatro acompañamientos, “dos a las fiestas del convento y las otras dos las víspera y día de San Juan”. Es importante resaltar la importancia que debieron tener las fiestas del hoy desaparecido convento de Capuchinos que estaba ubicado muy cerca de la iglesia de San Juan Bautista.
Gracias a un pago se aclara en 1685 que dichas fiestas del convento son San Francisco y La Concepción.10 Esta última fiesta ha gozado de una gran popularidad hasta el s XX, quedando hoy casi en el olvido.
Desde aquí hasta 1724 se denominará en todos los escritos como ministriles a los músicos que hicieron acompañamientos en las fiestas de San Juan y en las del convento. Esto nos indica que lo ministriles no serían sólo un grupo de chirimías y bajones, es probable que en estos momentos también utilizasen cornetas.11
Ministril clarín, Capilla del Pilar.
Foto: Pablo Cañas
En este punto del camino, desaparecen los pagos a los ministriles de las arcas municipales. Esto no significa que no siguieran existiendo estos músicos y su utilización en distintas festividades, lo que parece más lógico que con la llegada del nuevo estilo musical se utilicen nuevos instrumentos como oboe, clarín o violines. Queda patente esta transformación instrumental en los libros de cuentas de la capilla de música de Santa María de los Reyes, donde en la década de 1720 instrumentos como la chirimía y la corneta, propias del estilo antiguo, son sustituidos por oboes, y violines, en consonancia siguiendo los cambios estéticos de las composiciones de la época. Un ejemplo claro lo encontramos en 1724, cuando se le paga a Roque Fernández como bajoncillo y oboe.
Pero prueba de que en Laguardia los ministriles no desaparecieron de forma tajante, la encontramos en el año 1770 en Haro. El Ayuntamiento de Haro pagó 470 maravedíes a una agrupación de Laguardia que:
Acompañó a la comitiva de Nuestra Señora de la Vega en su traslado a la Santa Casa. Repitiendo visita en la festividad de San Felices.
Como se ha dicho anteriormente los ministriles pudieron estar en activo hasta bien entrado el s. XVIII, por ello en 1767 la Obra Pía manda componer un bajoncillo.
En el área del País Vasco y Navarra, el bajón se sigue utilizando hasta el s. XIX como sucedió en Laguardia. El bajón era un instrumento de doble leng?eta que acompañaba al canto doblando la voz del bajo pero existen pruebas escritas de la existencia y la utilización durante este siglo de el fagot.
Como podemos observar en el siguiente listado el bajón se usó en las Iglesias de San Juan y Santa María durante más de doscientos años.
Listado de Bajonistas en Laguardia: |
Diego de Lanza 1651 organista y bajón Guillermo Rodríguez organista y bajonista Zeledón Rodríguez (1698 a 1701) Miguel de Aguillón (1702 a 1706) Juan de Gandarias (1707 a 1712) Domingo Sáenz (1714 a 1719) Juan Antonio Subero ( 1720 a 1731) Roque Fernández (1724 a 1726) tocaba también bajoncillo y obue Diego de Rasera (1731 a 1734 , en que pasa a ser obue) Francisco de Echániz ( 173 a 1734 , en que pasa a ser tenor) Fernando de Rivabellosa ( 1738) el año anterior con oboe Juan Antonio Subero ( 1739 y sigue de tiple hasta 1743) Manuel Pérez ( 1741 oboe y bajonista) Fernando Martínez de Rivabelloso (1743 a 1781) Francisco Quintana (1768 como 2º bajón, muere 1803) Santos de Marín (1795) Facundo de Artagoitia (1803 a 1806) Cayetano Castellanos (1807 seis meses) Santiago Ernesto (1816) Juan González (1856 a 1868) |
Como conclusión diremos que la llegada de ministriles es a las parroquias de Laguardia fue relativamente tardía. La figura de Gregorio Garcetas fue capital al dotar a la parroquia de Santa María de una capilla de música. En una primera etapa de esta institución, desde 1667 hasta el primer cuarto del s. XVIII la música de ministriles en la liturgia fue parte fundamental. En la segunda mitad de este siglo el estilo compositivo cambió desde la polifonía hacia la monodia acompañada recurriendo a otros instrumentos musicales. Con la llegada del s. XIX la situación económica y social se complicó y en consecuencia reduciéndose los recursos musicales a una pequeña parte de los anteriores, sobreviviendo la utilización del bajón hasta la década de 1860.
Para terminar, entre 1732 y 1740 fue construida la actual capilla octogonal del Pilar, bajo la supervisión del guipuzcoano Juan Bautista de Arbaiza. En lo alto de sus columnas encontramos ocho ángeles ministriles con instrumentos como la chirimía, la trompeta o el bajón.
1 “Ministriles: Se llama a los instrumentos musicales de boca, como chirimías, bajones y otros semejantes que se suelen tocar en algunas procesiones y otras fiestas públicas. Ministril: Se llama también el que toca los instrumentos llamados ministriles”. Diccionario de Autoridades, 1732
2 “Y por que taña el bajón siempre que el vicario y beneficiados le mandares para el adorno de divinos oficios” AHPA. Protocolo7311. Escribano. Juan Ibáñez de Bernedo
3 AHPA. Protocolo. 7317. Escribano. Juan de Ibáñez de Bernedo. Testamento Gregorio Garzetas
4“En el ejercicio de tocar la trompeta y la chirimía por todo e l tiempo que gustaren y fuere la voluntad e los señores patronos. Cien ducados de salario al año, guardando las condiciones del contrato”. AHPA .Protocolo. 7319. Escribano. Juan Ibáñez de Bernedo
5 “En el exercicio de tañer la corneta y chirimia”. AHPA. Protocolo. 7319.. Escribano. Juan Ibáñez de Bernedo.
6 “Ministril de la santa Iglesia Catedral de la ciudad de Santo Domingo de la Calzada”, por dos años y ciento venticuatro ducados por año. AHPA. Protocolo. 7319 . Escribano Juan Ibáñez de Bernedo.
7 AHPA: Protocolo 7078. Escribano. Ignacio de Azpeitia.
8 Enero de 1692, “Marcial Aznariz, administrador de los bienes de la música, obligación de un vecino de Laguardia a reintegrarle en vino cierto préstamo que personalmente dio a un vecino de Laguardia”. AHPA: Protocolo 7085. Escribano. Ignacio de Azpeitia
9 El mismo año. “Marcial Aznariz, administrador de la “música”, para la junta de acreedores a los bienes de Don Francisco de Navarrete, vecino de Elciego, por estar debiendo a dicha Capilla 300 ducados de censo”. AHPA: Protocolo 7085. Escribano. Ignacio de Azpeitia
10 AHLAG. Registro 17, N?4. Año 1685
11 Existe constancia de estos datos en el AHLAG Registro 17, N?4 en los siguientes años 1690, 1691, 1700, 1705, 1707, 1708, 1709, 1710,1711,1712, 1716, 1719, 1722 y 1724.
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